Porsche - Neumáticos para clásicos
Neumáticos para clásicos
 

Neumáticos para clásicos

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Nuevos neumáticos: el Michelin XAS 165 HR 15 es uno de los neumáticos que Porsche ha probado y homologado para el 356

Para frenar el coche y no la diversión al volante, Porsche somete los neumáticos a pruebas exhaustivas para ver cuáles se adecúan a los modelos históricos y los homologa en este sentido con una identificación específica.

Dieter Röscheisen se emplea a fondo. Sobre una calzada mojada conduce el Porsche 356, color rojo vino, llevándolo al límite. Unas veces este deportivo de 52 años derrapa y, otras, patina. Está claro que no es fácil dominarlo. Röscheisen, el piloto de pruebas, no está satisfecho: «Normalmente este coche se conduce mucho mejor…».

En el protocolo de pruebas anota: «En este vehículo, el equilibrio entre los pares de ruedas no está conseguido. Dado que la parte trasera es bastante más ágil, se hace necesario corregir mucho el viraje. La pérdida de adherencia se produce, en parte, con mucha brusquedad. En definitiva, no es lo que nosotros entendemos por un neumático de serie con buen funcionamiento». El veredicto: un suspenso en comportamiento sobre calzadas mojadas. Consecuentemente, no habrá homologación para este neumático, a pesar de la gran seguridad que ofrece sobre calzadas secas. Pero en opinión de Röscheisen, un neumático que sólo funcione bien sobre calzadas secas no es suficiente para un Porsche de más de 50 años.

Porsche invierte un trabajo enorme en probar neumáticos para modelos clásicos y en confeccionar las correspondientes listas de homologaciones. Durante unas dos semanas, seis empleados se dedicaron exclusivamente a comparar los 14 modelos nuevos de neumáticos en 10 modelos diferentes de Porsche antiguos. En total, movieron repetidamente unas seis toneladas de material, cambiaron 288 veces las ruedas para los distintos recorridos de prueba y debatieron a fondo lo que vale y lo que no. Y siempre con los pies bien puestos sobre la tierra, pues en una prueba de neumáticos, la adherencia no debe perderse nunca. Tampoco cuando la calzada está mojada.

Y todo esto, ¿por qué? Pues porque dado que alrededor del 70% de todos los Porsches fabricados sigue todavía circulando por las carreteras, la empresa se ocupa intensamente de sus modelos históricos. Basándose en los resultados obtenidos en las pruebas, Porsche Classic recomienda actualmente 184 neumáticos de verano y 126 de invierno para los coches construidos entre 1949 y 2005. En la página web de Porsche Classic www.porsche.com/classic puede descargarse la selección actual. Las listas de neumáticos autorizados se actualizan cada dos años en función de los resultados que se van obteniendo en las nuevas pruebas que se suceden constantemente.

Los modelos de neumáticos recomendados por Porsche van identificados con una N en el flanco, combinada con un número (N0, N1, N2…). Desde hace décadas, este sello de calidad marca los modelos especiales que la industria de neumáticos desarrolla para Porsche. El número que sigue a la N sirve para diferenciar las series de homologaciones. Por ejemplo: un neumático 195/65 R15 que en su primera versión estaba homologado con el sello N0 para las series Carrera de los años 70 aumenta un número en la siguiente serie de la misma marca y modelo que se fabrica y homologa para abastecer repuestos.

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Neumático antiguo: el Dunlop SP57 165 HR 15 es de los años 60 y hoy en día ya no se debe circular con él

Pero además del comportamiento del neumático, también su envejecimiento desempeña un papel importante y, por ello, se ha sometido a prueba en este test. Con los neumáticos pasa, en cierto modo, como con el pan: si se guarda durante demasiado tiempo, se endurece. Esto es especialmente importante en el caso de los coches históricos que van entrando en años y se pasan bastante más tiempo aparcados que circulando por la carretera. Si los neumáticos se dejan durante años en las llantas y únicamente se controla la presión de aire, se produce el efecto de «neumático de madera»: con el paso del tiempo, la goma se reseca y pierde adherencia. No es que un neumático en estas condiciones ya no sirva al cabo de cinco años, pero va perdiendo paulatinamente la suavidad de marcha que antes le caracterizaba.

La edad de un neumático la delata el número DOT que figura en el flanco. Los cuatro últimos dígitos de este número designan la semana y el año de fabricación. Así, por ejemplo, el número DOT 1302 se refiere a la 13a semana del año 2002. Actualmente se considera que un neumático así marcado ha alcanzado ya una edad casi bíblica. Precisamente uno de estos «neumáticos de madera» se incluyó en la última prueba de neumáticos para hacer patentes sus características.

Tras un trayecto de lo más agitado, con muchos patinazos y alabeos bruscos en el circuito de pruebas en mojado, el experto en neumáticos recaba una opinión muy crítica sobre este neumático de 12 años de antigüedad: «Ofrece muy poca adherencia, sobre todo en mojado, y en consecuencia transmite una fuerza de frenado correspondientemente reducida, por lo que resulta un tanto peligroso, sobre todo en el caso de vehículos sin ABS debido a la fuerte tendencia al bloqueo de las ruedas delanteras. En un primer momento, vacila al tomar las curvas, lo que produce un desagradable subviraje que nada tiene que ver con el auténtico carácter de un Porsche. Y luego, de pronto, durante el trazado de la curva desarrolla cierta adherencia, lo que a su vez trastoca la parte trasera. Con ello se altera el comportamiento en conducción de, por ejemplo, un Porsche 930 y es precisa una mano experta, sobre todo en mojado, para evitar que el vehículo se salga de la calzada. Resulta, si no imposible, por lo menos sí muy difícil mantener una conducción en línea recta». Lo más temible es el proceso descrito de la transición repentina al sobreviraje, que para muchos conductores de vehículos históricos podría ser difícil de dominar.

Totalmente distinto es el veredicto que recae sobre un neumático nuevo 185/70 x 15 para el Porsche 356 de los años de construcción anteriores a 1963: «También en el 356, con las llantas más estrechas posibles, las 5,0 J x 15, este juego de neumáticos causa muy buena impresión. Ofrecen mucha adherencia y un equilibrio correcto. La tendencia al subviraje y al sobreviraje es reducida y la pérdida de adherencia no se produce con demasiada brusquedad. En general, la parte trasera es algo más ágil. Se puede conducir con rapidez y precisión sin perder nunca la sensación de seguridad. Este neumático resulta muy seguro y no presenta ningún punto especialmente débil».

Sea mencionado aquí de paso que el 356 B Super 90, procedente de los fondos del Museo Porsche, presenta así, 52 años después de su fabricación, unas características de conducción más equilibradas que en el pasado. También en este aspecto, un Porsche es como un buen vino: gana con el tiempo si se le trata como es debido. Y, desde luego, no le falta donde elegir: con 300 neumáticos homologados, algunos modelos pueden escoger, según el tamaño de llanta, entre cinco y siete recomendaciones.

La práctica demuestra que montar en las llantas de modelos antiguos de Porsche neumáticos de nuevo desarrollo que no hayan superado un exhaustivo examen no siempre da buen resultado. Ha habido ya casos de modelos históricos a los que se había montado los neumáticos a discrección que resultaron imposibles de controlar en los márgenes límite de conducción. Por eso, siempre se prueban los nuevos neumáticos que salen para modelos antiguos. La N del flanco significa que el neumático ha sido dado por bueno y se ha homologado.

Texto Michl Koch
Fotografía Bettina Keidel, Uli Jooss

Tratamiento correcto de los neumáticos

Prevenir el envejecimiento guardando los neumáticos como un buen vino

El efecto del envejecimiento de los neumáticos se puede frenar almacenándolos con el debido cuidado, como si se tratara de un buen vino: en la oscuridad y a una temperatura baja, los neumáticos envejecen más lentamente. Lo mejor es guardar el juego de ruedas en un sótano fresco, mientras el viejo Porsche descansa en el garaje sobre un juego de neumáticos de almacenamiento que no importa que estén relativamente gastados. Los Centros Porsche también ayudan a cambiar las ruedas.

Tampoco hay ningún motivo para tirar neumáticos viejos si todavía conservan perfil. En un cursillo de conducción en la Sport Driving School (www.porsche.com/sportdrivingschool) de Porsche se entrena a vehículo y conductor en el comportamiento debido y ayuda a evitar que se deformen las ruedas del deportivo por falta de movimiento, que es lo que ocurre cuando el Porsche lleva mucho tiempo aparcado sin aumentar claramente la presión de los neumáticos. Por este motivo, en los vehículos que generalmente están aparcados conviene llegar hasta la presión máxima autorizada para el neumático, que suele ser de 4,5 bares. También resultan muy útiles los calzos y camas para neumáticos que se pueden adquirir como accesorios. Se trata de bases onduladas de caucho, plástico o madera sobre las que se coloca el coche con cada rueda en una cavidad. La forma de la cavidad distribuye la presión de contacto de la superficie de apoyo del neumático sobre un área considerablemente mayor, impidiendo así que el neumático se deteriore hasta quedar inservible.