Porsche - Como por arte de magia
Como por arte de magia
 

Como por arte de magia

Conducir un Porsche es toda una experiencia. Aparcarlo, también. Con conductor… o sin él

Contorsionismos para salir del coche en estrechas plazas de aparcamiento, bregas para entrar en ajustados espacios, maniobras de encaje entre diversos obstáculos, y como rastro de la lucha diaria cuerpo a cuerpo, innumerables desperfectos en la chapa y la pintura. Aquí es donde, gracias al cómodo Remote Park Assist y su tecnología punta, el nuevo Porsche Cayenne entra en acción con especial elegancia.

El Remote Park Assist se basa en sistemas de asistencia inteligentes tales como la búsqueda de huecos de aparcamiento, una función que detecta y señala los espacios adecuados cuando el vehículo pasa junto a ellos. El conductor solo necesita parar y activar el Remote Park Assist. Da igual que el hueco esté a la derecha o a la izquierda de la calzada, que sea paralelo o perpendicular a esta y, en este caso, que el coche deba entrar de frente o marcha atrás: basta una suave pulsación con el dedo, ya que el sistema se puede controlar fácilmente desde el teléfono. El conductor solo necesita mantener apretado el botón OK de la aplicación hasta que el vehículo haya aparcado automáticamente. Lo hace incluso en garajes estrechos. Y lo mejor es que el conductor ni siquiera necesita estar sentado al volante. Puede bajarse antes y observar cómodamente el espectáculo desde fuera.

Suena fácil, pero es verdaderamente complejo: los cuatro procesadores avanzados del controlador central de asistencia al conductor dirigen otras 20 unidades de control. Estas evalúan en tiempo real los datos obtenidos por 12 sensores ultrasónicos. A partir de cuatro cámaras individuales el Remote Park Assist con Surround View calcula una imagen de 360 grados que ayuda a aparcar y hacer maniobras. Dentro de esta burbuja digitalizada se mueve el automóvil con una cautela, precisión y seguridad óptimas. Si el Remote Park Assist detecta que cerca del vehículo hay un peatón, un bordillo alto o un bolardo, el sistema interrumpe la maniobra de aparcamiento o adapta automáticamente sus pasos siguientes. Naturalmente, el proceso se puede detener y reiniciar por control remoto en cualquier momento.

Texto Jürgen Pander
Ilustración ROCKET & WINK