El 911 se concibió desde el principio como automóvil deportivo de pura raza, con una potencia inicial de 96 kW (130 CV). Poco después, en 1966, comenzó a circular el primer modelo S con un motor más potente. El 911 S 2.0 Coupé hasta los la potencia del motor bóxer de 6 cilindros aumentaba 118 kW (160 CV) y sirvió como modelo para innumerables versiones del 911 destinadas al automovilismo de competición.
El 911 sigue esta tradición hasta la actualidad. Con 6 cilindros, una cilindrada de 3,0 litros y 272 kW (370 CV) o bien 309 kW (420 CV) en el modelo S.
Ambos motores están a la altura de las exigencias de nuestros tiempos. Gracias a la sobrealimentación turbo desarrollan una mayor potencia, con menor cilindrada y menos consumo.
Modelos 911 Carrera y 911 Targa 4. El elevado carácter deportivo es la principal característica de los modelos 911 Carrera y 911 Targa 4. Porque la sobrealimentación turbo no solo permite que el motor sea eficiente, sino también extremadamente potente. Expresado en cifras: 272 kW (370 CV). El elevado par motor de 450 Nm se alcanza ya a un régimen sorprendentemente bajo de 1.700 rpm. Una promesa de prestaciones que llega sin rodeos al conductor, a través de un elevado régimen de revoluciones.
De serie en todos los modelos: el reglaje electrónico del sistema de amortiguación, Porsche Active Suspension Management (PASM). Una prueba más de que el 911 ofrece aún más prestaciones sin descuidar el elevado confort.
Los modelos Carrera están equipados con llantas de aleación ligera de 19 pulgadas. Son tan llamativas como las salidas de escape y tan características como el sonido que sale de estas.