Porsche - Caja de cambios
Caja de cambios
 

Caja de cambios

La caja de cambios funciona: el 911 T vuelve a ponerse en marcha

140 CV con ganas de marcha pueden exigir mucho del metal. Y ante esta fuerza no le basta con apretar los dientes. Lo que una vez fueron puntas afiladas se han convertido en ligeras elevaciones que dejan escurrir el impulso hacia delante. Esta caja de cambios lleva 37 años girando para que el 911 siga su marcha. No es cuestión de reprocharle algunos síntomas de desgaste. Mejor es eliminarlos con paciencia y meticulosidad.

Los empleados del taller de Porsche Classic ya habían alcanzado las profundidades del vehículo. Ahora tienen hasta mediados del año que viene para cumplir con el lema de la campaña “Revivir la pasión”. Para entonces este objeto de deseo debe brillar con nueva luz y tener una técnica perfecta. El 911 T fabricado en 1973 que el Porsche Club of America (PCA) en una campaña conjunta con Porsche Classic y la atención a clubes Porsche ha encontrado en Los Ángeles y seleccionado para su restauración en Stuttgart debe entonces entregarse para cumplir su objetivo. El vehículo será sorteado entre los miembros del PCA y en agosto de 2011 presentado al público durante el Porsche Parade en EE. UU.

Mientras la carrocería en bruto de este atractivo primer premio aún se encuentra en el baño de desesmaltado completando su limpieza, los expertos de Porsche Classic se ocupan de la caja de cambios. En el 911 T la caja manual de cinco velocidades y marcha atrás está contenida en una carcasa de magnesio. Desde los años 70, Porsche siempre ha alternado entre carcasas de aluminio y magnesio, dependiendo del modelo En el 911 T se trata de una carcasa ligera de filigrana con nervios grabados para la refrigeración del refuerzo. Una bella vista para los amantes de la técnica. Pero la limpieza de la carcasa es más bien tarea de un entusiasta concienzudo, porque se hace a mano. Para no dañar la superficie de magnesio, el cepillo que usa el mecánico no es de acero, sino de latón. Apenas es mayor que un cepillo de dientes, y con sus cerdas se llega mejor a las numerosas esquinas y ranuras debidas a los nervios de la carcasa. Con el pasar de los años se han depositado en ellas restos que no deberían estar ahí. Se trata de corrosión, suciedad ambiental y desechos de los pájaros que parecen haber anidado en el suelo del 911.

La caja de cambios se desmonta por completo, desde la rueda cónica o corona diferencial hasta el último anillo sincronizador. Los mecánicos someten el centenar de piezas a una limpieza industrial para librarlas de los restos de aceite antiguo. Una vez limpias es posible evaluar cada detalle con precisión. Es un examen que requiere mucha experiencia. Precisamente en las piezas sometidas a desgaste de una caja de cambios el límite entre defectuosa, muy desgastada y aún utilizable es a menudo difuso. Por ello, en todos los casos los empleados de Porsche Classic, por el bien del vehículo y del cliente, no corren riesgos. De todos modos, en este 911 T era lo que había que hacer. En primer lugar el kilometraje del vehículo no puede comprobarse por mucho que se intente, y tampoco está claro cuándo se movió por última vez. Además, y lo que es la razón más importante en una restauración, la caja de cambios no se desmonta cada día. Sería demasiado trabajo tener que hacer mejoras dentro de uno o dos años.

Así que, aunque en principio la caja de cambios del 911 T no daba mala impresión, los mecánicos decidieron descartar todas las piezas con síntomas claros de desgaste. Era el caso de toda la segunda marcha con su piñón libre, cuerpo sincronizador y manguito de cambio, cojinete y anillos sincronizadores. El montaje realizado a continuación también requirió un trabajo acompañado de una gran calidad. Para ello los mecánicos confiaron tanto en su experiencia, como en los marcos originales y herramientas de hace 40 años que sólo Porsche posee. Con ellos, fue posible ajustar con precisión la rueda cónica/corona diferencial y adaptar la caja de cambios. El ajuste del cambio se hizo según las indicaciones de las medidas originalemente construidas.

El 911 ya puede ponerse en marcha cuando vuelva a las calles el próximo año. Pero su nuevo propietario no deberá extrañarse de que al principio el cambio requiera aplicar algo más de fuerza. Se trata de una buena señal, porque los anillos sincronizadores nuevos deben desgastarse un poco primero. Es una reliquia de los viejos y dorados años del automovilismo.

Pero aún falta para eso. La caja de cambios terminada de momento se deja a un lado. Lo siguiente en el programa del taller de Porsche Classic cerca de Stuttgart son más trabajos en la carrocería.

Porsche Caja de cambios - Anuncio del proyecto

Anuncio del proyecto

Porsche Caja de cambios - Llegada y desmontaje

Llegada y desmontaje

Porsche Caja de cambios - Caja de cambios

Caja de cambios

Porsche Caja de cambios - Carrocería y desesmaltado

Carrocería y desesmaltado

Porsche Caja de cambios - Reconstrucción de la carrocería

Reconstrucción de la carrocería

Porsche Caja de cambios - Motor

Motor

Porsche Caja de cambios - KTL y pintura

KTL y pintura

Porsche Caja de cambios - El interior

El interior

Porsche Caja de cambios - Montaje final

Montaje final

Porsche Caja de cambios - Entrega al ganador

Entrega al ganador

Porsche Caja de cambios - El 911 T en el Museo Porsche

El 911 T en el Museo Porsche