Porsche - Código P

Código P

Código P: sobre el origen de la denominación de modelos en Porsche y la celebración del regreso de una cifra legendaria.

Forman parte del culto que rodea a Porsche: cifras legendarias como 911, 356, 918, 917, 959 o 550, por mencionar tan solo algunas de ellas. Cada modelo tiene una denominación oficial y un número interno de fábrica. Unas veces coinciden y otras no. La pregunta es: ¿Cómo se descifra el código Porsche?

Algunos de estos maravillosos automóviles tienen nombre, apellidos y hasta patronímico. Tal es el caso del Porsche 356 A 1500 GS Carrera, aquel coche que hace más de 60 años causara admiración entre los amantes de los automóviles. Su nombre completo se explica de la siguiente manera: el modelo surgió partiendo de la base del Porsche 356, formaba parte de la serie A, tenía una espléndida cilindrada de 1.500 cm³ y sus apelativos de GS (Grand Sport) y Carrera (prestado del español) le caracterizaban como especialmente veloz. Parece fácil, pero no lo es.

Hay que remontarse a 1931 para comprender los orígenes de la numeración interna de fábrica. Los encargos que llegaban a la entonces recién creada oficina de ingeniería y diseño Dr. Ing. h.c. F. Porsche GmbH recibían números consecutivos que a nivel interno se denominaban número de modelo. Todo comenzó con el número 7, que se adjudicó al diseño de una limusina para el fabricante alemán de automóviles Wanderer. Volkswagen recibiría el número 60 y la secuencia numérica fue ascendiendo con cada encargo. El 8 de junio de 1948 tuvo lugar una primicia: el primer coche con el nombre oficial de la marca Porsche: el Porsche 356.

A partir de entonces los ingenieros mantuvieron este sistema. En algunos modelos nuevos, Porsche volvió a utilizar el código interno de fábrica como nombre oficial, como en el caso del Porsche 550 Spyder del año 1953. Precisamente con el sucesor del 356 Porsche se salió de la nomenclatura habitual. En vistas a futuras posibles colaboraciones con la fábrica de Volkswagen, el nuevo Porsche debía ser compatible con las series numéricas allí utilizadas. Dado que en Wolfsburg todavía estaba libre la serie 900, en Zuffenhausen se decidió asignar la denominación de proyecto 901 a la variante de seis cilindros y la denominación 902 a una versión posterior de cuatro cilindros. Pero Peugeot se opuso aduciendo que ellos ya utilizaban desde 1929 cifras de tres dígitos con un cero en la posición central. Rápidamente se cambió por un 1 el 0 entre el 9 y el 1, y así es como nació un icono: el Porsche 911. Con el 914 llegó luego un deportivo más pequeño de motor central al que, con los años, le seguirían sus hermanos 924, 928 y 944. También ellos recibieron como nombre su número interno, recibiendo las versiones con cuatro cilindros la cifra final 4 y las de ocho cilindros un 8.

Con el tiempo se fue requiriendo cada vez más flexibilidad a la hora de poner nombre a todos los modelos de Porsche. Esto se manifiesta claramente en el caso del 911: por primera vez la serie constructiva del año 1968 obtuvo la denominación interna de serie A. A ella le siguieron la serie B en 1969 y la C en 1970 hasta llegar a la G, ya muy remodelada, que se presentó en 1973. Los modelos especiales dentro de la serie recibieron adicionalmente números propios, como el 911 Turbo (modelo 930) o el 911 SC/RS (modelo 954).

En 1988 la serie 964, totalmente remodelada, supuso una gran fisura en la historia del 911. En el año 1993 salió el 993. A él le siguieron el 996 y el 997 para finalmente volver al 991. Entre los números internos del 911 se encuentran también otros modelos como el Carrera GT (número interno 980), el Boxster (986 la primera generación, 987 la segunda y 981 la tercera) o el Cayenne (955). Como se ve, la tradición de los números de tres dígitos continúa, aunque sea con una cierta libertad creativa.

Pero ahora los nombres Boxster y Cayman van a dar paso por primera vez a una nueva y legendaria nomenclatura: el código 718. Con el cambio de modelo, los deportivos de motor central firman como serie 718. Un código que sigue la estela de una leyenda adaptándola a la vez a los tiempos actuales. La lógica subyacente está clara: los modelos Porsche de dos puertas son portadores de números como 718, 911 o 918 a los que se añaden nombres como Carrera, Boxster, Cayman, Spyder o Targa. Los modelos de cuatro puertas solo tienen nombre: Cayenne, Macan, Panamera. Una lógica con encanto.

Autor Dieter Landenberger
Fotógrafos Frank Kayser, Julius Weitmann