Porsche - Sin prisa pero sin pausa

Sin prisa pero sin pausa

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Por lo general un recambio de Porsche solo tarda 24 horas en llegar al cliente. 90 minutos es el tiempo máximo que se tarda desde que entra el pedido hasta que la mercancía sale del almacén

El servicio al cliente y los procesos inteligentes determinan el ritmo del suministro mundial de recambios. Una visita al Centro de Logística de Porsche en Sachsenheim.

Un producto de alta rotación, ¿qué va a ser sino? No, excepcionalmente no estamos hablando de las revoluciones máximas de un motor bóxer de seis cilindros. Lo que está transportando la carretilla elevadora en un palé es el parachoques delantero de un Cayenne con la primera capa de pintura. Un recambio clásico. En la jerga de la logística, alta rotación significa que se trata de un recambio de gran demanda por parte de los clientes. Así es que uno de estos parachoques no permanece almacenado mucho tiempo, sino que pronto sale de viaje hacia el cliente.

Nos encontramos en el Centro de Recambios de Porsche en Sachsenheim. En el recinto de una antigua base militar, algo más de 20 kilómetros al noroeste de Stuttgart, la empresa gestiona su almacén central de recambios. Lo que para alguien de fuera pueda sonar sobrio y frío, in situ resulta ser extraordinariamente atrayente. Los grandes ventanales dejan entrar en las naves una luz agradable. En las paredes cuelgan, a distancias regulares, pósteres de gran tamaño con deportivos y otros modelos de Porsche. Hay mucho movimiento.

Se suministra a más de 800 puntos en todo el mundo. Dependiendo de la distancia, la mercancía tarda entre 24 y un máximo de 48 horas en llegar a su destino. «Nuestro lema es la entrega puntual al cliente», afirma Marc Lösken, gerente de Ventas de Porsche Logistik GmbH. Solo el año pasado se suministraron aproximadamente 10.000 parachoques de Cayenne. El conjunto de todas las piezas – desde el tornillo hasta la capota del motor – suma hasta 22.000 pedidos a diario. La logística funciona gracias a un sistema bien ideado y a un equipo motivado.

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800 puntos en todo el mundo son suministrados desde Sachsenheim. El recinto del almacén tiene una superficie de 32 hectáreas, en las que trabajan 500 personas

El Centro de Logística cuenta entretanto con 500 empleados, una cifra que desde su puesta en funcionamiento en 2008 ha ido aumentando continuamente. En noviembre del año pasado Porsche se trasladó a los edificios del tercer nivel de expansión. La superficie del almacén se amplió en un 50% a 170.000 metros cuadrados, y hasta la fecha se han invertido 185 millones de euros en la viabilidad de la sede. Y la posibilidad de ampliación adicional es generosa, ya que el recinto total ocupa aproximadamente 32 hectáreas, lo que corresponde más o menos a 44 campos de fútbol.

Con estas dimensiones no es de extrañar que las piezas recorran en tren los largos trayectos entre las naves. «Tenemos en funcionamiento 11 trenes transportadores que recorren diariamente más de 420 kilómetros», dice Lösken. Gracias al innovador plan de rutas un tren sustituye cinco carretillas; estas únicamente se desplazan en los recorridos cortos, entre estantería y «estación». Para orientarse mejor, las paradas – es decir, las terminales en las que la mercancía se traslada de la carretilla al tren – tienen nombres de ciudades alemanas y están distribuidas en correspondencia con el mapa. Entretanto la carretilla ha depositado el parachoques del Cayenne en una de las cinco pistas de la «estación Lübeck». Poco tiempo después se acerca un tren transportador, prácticamente en silencio. Todos los vehículos del Centro de Logística funcionan con electricidad y en algunos casos incluso se accionan a distancia. El conductor impulsa el tren con el palé donde se encuentra el parachoques. Gracias a las ruedas, basta con un ligero empujón con la mano. Con el mando a distancia dirige hacia adelante el convoy, vagón tras vagón, hasta que está totalmente cargado. Una banda magnética en el suelo mantiene el vehículo en su carril.

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Alta velocidad en altas estanterías: las carretillas eléctricas reciben los pedidos vía WiFi, los recambios llegan a la salida de mercancías por el camino más corto

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Cada día 200 camiones acuden al almacén de 170.000 m², en el que los trenes transportadores recorren 420 kilómetros. En stock hay 125.000 números de material

Una tecnología fascinante que acelera la entrega, posibilita el trabajo ergonómico y protege el medioambiente. Efectivamente, la energía eléctrica con que se mueven los vehículos procede en gran parte de la instalación de energía fotovoltaica de 40.000 metros cuadrados situada en el tejado del Centro de Logística. Al año genera aproximadamente dos millones de kilovatios-hora de electricidad, suficientes para cubrir las necesidades de 500 hogares europeos medios de cuatro personas. Otras medidas en cuestión de sostenibilidad son la planta propia de cogeneración, así como el consecuente ahorro de material de embalaje innecesario. Así, en los últimos tres años se pudo reducir un 20% el consumo de cartón. Ha dejado de usarse, por ejemplo, el poliestireno para rellenar los paquetes. Porsche emplea un papel ecológico especial elaborado para esta tarea.

A diferencia de otros pequeños recambios, nuestro parachoques de Sachsenheim ya no tiene que embalarse o desembalarse, pues el suministrador lo ha enviado en un embalaje ajustado al contenido, viajando dentro del Centro de Logística hacia el noroeste desde la «estación Ratisbona» hasta «Lübeck». El destino actual es «Karlsruhe», la parada para la salida de mercancías situada en el sur. El tren atraviesa el almacén de estanterías elevadas para recambios de tamaño mediano, con una altura de hasta 16 metros. Los pasillos son una colmena de carretillas elevadoras amarillas cuyas horquillas no cesan de subir y bajar. El tamaño determina a su vez el principio del orden del almacén: grande, mediano, pequeño, alta rotación y baja rotación. Entre ellos, por cierto, hay tanto componentes de prototipos para el desarrollo y la producción, como piezas históricas de Porsche Classic como un amplio surtido de Exclusive y Tequipment.

El stock total asciende actualmente a más de 125.000 números de material almacenados. Dentro de cada uno de los sectores del almacén reina una intencionada organización «caótica». Es decir, las manillas de las puertas están almacenadas al lado de las tapas del depósito de gasolina y los limpiaparabrisas al lado de los faros. Solo el ordenador sabe dónde se puede encontrar qué, y calcula el espacio de almacenaje adecuado para todas las piezas con el fin de asegurar, cuando se necesitan, que el trayecto sea corto y el tiempo empleado en el desplazamiento breve. En el caso de envíos de tamaño mediano y grande – como por ejemplo el parachoques del Cayenne – una terminal en la carretilla elevadora recibe vía WiFi la denominada orden de recogida en el servidor que recibe pedidos. A continuación, el conductor imprime una etiqueta con un código de barras que contiene toda la información, como el tipo de pieza, el lugar de almacenamiento y el lugar de destino.

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Sin competencia a nivel humano: en el almacén automático de recambios pequeños los contenedores de piezas llegan a la expedición de forma totalmente automática

A la derecha asoma el almacén automático de piezas pequeñas, el corazón de Sachsenheim, que administra de forma totalmente automatizada hasta 295.000 contenedores y es capaz de realizar hasta 1.650 expediciones por hora. Aquí unas cintas de transporte trasladan de las estanterías a los 16 pickings los contenedores con aparatos de mando, CDs de navegación o pastillas de freno. Los envíos exprés salen de Sachsenheim en dirección al cliente en uno de los 60 camiones diarios o, en caso de distancias más grandes, a los aeropuertos de Stuttgart, Múnich o Frankfurt. Porsche organiza el transporte aéreo en otra área separada y restringida donde el acceso solo se permite con una autorización especial. Aquí la mercancía puede declararse como envío de «expedidor conocido» y transportarse directamente al aeropuerto. De este modo no es necesario pasar el laborioso control de seguridad del aeropuerto, lo que contribuye a su vez a que la mercancía llegue rápidamente a su destino. Las mercancías voluminosas menos sujetas a plazos temporales se envían en barco a almacenes regionales. Hay depósitos intermediarios en diez países, entre otros en mercados tan importantes como EE.UU. y China. Ellos se encargan in situ del envío directo de los recambios surtidos por Sachsenheim.

El parachoques del Cayenne rueda hacia la superficie de carga de camiones. Del techo cuelga un letrero de «Salida de mercancía». El destino es un Centro Porsche en el sur de Francia. Lösken mira la hora. «Menos de una hora y media. Entre la entrada del pedido y el envío no suelen pasar más de 90 minutos», afirma el gerente, y añade: «Es lo que entendemos como Intelligent Performance de la logística de Porsche».

Texto Thorsten Schönfeld
Fotografía Bernd Kammerer