En forma para competir

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Nick Tandy, Richard Lietz y Earl Bamber pedalean relajados de una unidad de entre­namiento a la siguiente

Fuerza, resistencia, esfuerzos extremos… Durante una semana al año, los pilotos oficiales y júnior de la categoría GT de Porsche entrenan sin apenas descanso en el Porsche Fitness Camp para lograr sus objetivos. Cada uno llega hasta el límite de sus fuerzas para rendir al máximo en la actual temporada.

«Venga, Richie, que hasta mi abuela lo hace más rápido». El entrenador Othmar Moser apremia con un guiño al piloto oficial Richard Lietz. En el suelo de la sala de entrenamiento, bajo la luz de los tubos de neón, Richard hace abdominales formando pareja con Frédéric Makowiecki. Ninguno de ellos presta atención al fuerte ruido del aire acondicionado ya que están totalmente inmersos en su entrenamiento. Es el segundo día del Porsche Fitness Camp en el emirato árabe de Qatar, y ya reina un espíritu de competición. Los participantes se enfrentan unos a otros por parejas. El objetivo, terminar antes que las parejas rivales una serie de cuatro ejercicios que en total suman 200 repeticiones. Cuando alguien no puede más, su compañero lo releva.

«¡Listo!», exclama el piloto júnior de Porsche Connor de Phillippi levantando los brazos. Esta vez han sido él y su compañero júnior Sven Müller los que han ganado por poco. Estas dos jóvenes promesas patrocinadas por Porsche tienen 22 y 23 años y entrenan junto con los veteranos aquí, en el subsuelo del Aspire Dome de Doha, el pabellón de deportes más grande del mundo. El recinto puede albergar simultáneamente hasta 13 acontecimientos deportivos. También la selección nacional alemana de fútbol y equipos de primera como el Bayern de Múnich o el Red Bull de Salzburgo utilizan estas gigantescas instalaciones deportivas, levantadas hace unos diez años en la arena del desierto, para perfeccionar su forma física y crear equipos a partir de atletas individuales.

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Matteo Cairoli entrenando la musculatura de la nuca, que durante las carreras está especialmente expuesta a las intensas fuerzas centrífugas

«¡Excelente trabajo, muchachos!», exclama Moser. Como es habitual tras un bloque de entrenamiento, los pilotos chocan entre sí las palmas de las manos. «Es genial que una vez al año podamos entrenar aquí todos juntos. A mí, hace tres años, cuando todavía era júnior en Porsche, esto me ayudó un montón a integrarme en el equipo» explica el piloto oficial Michael Christensen, danés de 24 años. «Y aparte de eso, es mucho más divertido machacarnos juntos» añade antes de colocarse en una prensa de piernas.

Primero, los entrenadores ponen a prueba la fuerza máxima. Los datos recopilados se incorporan con gran esmero a los planes de entrenamiento de los pilotos, y sirven de guía para los ejercicios de fuerza posteriores. «Luego realizamos las repeticiones a aproximadamente el 80%», explica Frank Mayer, director del departamento de medicina deportiva de la Universidad de Potsdam. Hace 13 años desarrolló el concepto del Fitness Camp por encargo del Departamento de Competición de Porsche: «Nuestros pilotos oficiales viajan mucho, pasan mucho tiempo sentados en los aviones y están continuamente expuestos a los cambios de zona horaria. Nuestro plan de preparación física garantiza que estén en buenas condiciones durante toda la temporada. Además, la falta de forma física jamás debe inferir en los tiempos logrados en el autódromo». Por eso, los pilotos de carrera oficiales y júnior de la categoría GT están todo el año bajo la supervisión de Mayer y su equipo. Los fines de semana de competición, pero también cuando están fuera de la pista. «En noviembre realizamos un chequeo de salud y forma física en Potsdam. En las semanas previas al campo de entrenamiento, los pilotos deben entrenar a fondo y por su cuenta la resistencia básica. Eso implica entre cinco y ocho bloques por semana. Antes de las 24 Horas de Le Mans hacemos otro chequeo y, si es necesario, adaptamos los planes de entrenamiento» explica el médico.

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Los abdominales (Frédéric Makowiecki, izquierda) y los ejercicios de fuerza (Sven Müller, centro) mejoran la forma física individual, mientras que los juegos con pelota intensifican la experiencia de grupo

El entrenamiento matutino ha terminado. Es hora de almorzar. «Los pilotos queman cada día alrededor de 5.000 calorías en aproximadamente seis horas de entrenamiento», dice Mayer. «Y deben reponerlas ingiriendo alimentos sanos y de alto valor nutritivo». Tras la pausa del mediodía, toca correr series al aire libre. Las zonas verdes están rebosantes de savia gracias a la irrigación constante. Para el italiano de 18 años Matteo Cairoli, no solo es totalmente nuevo el entorno, sino también la forma de hacer ejercicio. Esta temporada competirá por primera vez en la Porsche Mobil 1 Supercup y es el benjamín del campo de entrenamiento. «Tengo que parar, me siento mal», se queja. Esto no es síntoma de mala forma física, sino más bien un problema ya conocido que sufren los novatos del Fitness Camp. «La musculatura necesita sangre para poder rendir. Pero la sangre también es necesaria en el tracto digestivo. Es un conflicto al que uno debe acostumbrarse y que a veces puede provocar un poco de malestar. En los próximos días dejará de causarle problemas», dice sonriente Mayer.

También los problemillas con el personal de seguridad del Aspire se resuelven con rapidez. «En este momento no pueden ustedes usar el campo de juego que reservaron. ­Justo ahora están entrenando los porteros de la selección nacional de fútbol de Qatar», explica el empleado de seguridad. Sin embargo, para entrenar porteros generalmente solo hace falta una portería, así es que pronto se llega a un acuerdo: los artistas del balón comparten terreno de juego con los ases del volante. A continuación, la troupe de Porsche se dedica al plan de estiramientos que se realiza cada tarde. «Jörg, ¿dónde sientes ahora el estiramiento?», pregunta el entrenador Moser mientras sujeta con las manos la pierna del piloto oficial de Porsche y la empuja hacia el centro del cuerpo. «En todas partes», se queja Jörg Bergmeister provocando la risa general.

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Espíritu de equipo con uniforme de equipo (de izquierda a derecha): Matteo Cairoli (Italia), Patrick Pilet (Francia), Connor de Phillippi (EE.UU.), Sven Müller (Alemania), Earl Bamber (Nueva Zelanda), Nick Tandy (Gran Bretaña), Richard Lietz (Austria), Michael Christensen (Dinamarca), Wolf Henzler (Alemania), Jörg Bergmeister (Alemania), Frédéric Makowiecki (Francia)

El único que ahora está en otro lugar es el estadounidense Patrick Long, que en esta temporada del Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC) comparte la cabina de su 911 RSR con el piloto independiente de Porsche y actor Patrick Dempsey. Long envía a Wolf Henzler un mensaje de WhatsApp desde Australia, donde en estos momentos está participando en las 12 Horas de Bathurst con un Porsche 911: «¡Muchachos: saludos al Fitness Camp desde Bathurst!». Acompañando el mensaje, envía una foto de su 911 de carreras en el circuito de Mount Panorama.

El Director del Departamento de Competición de Porsche, Frank-Steffen Walliser, se une al grupo durante los tres últimos días de los ocho que dura el Fitness Camp. Y participa con total entrega. «Además de causarme unas tremendas agujetas, el Fitness Camp me ha acercado más a los pilotos. Ahora simplemente nos conocemos mejor, también en situaciones límite», dice Walliser al terminar. «Y sé que hay dos cosas de las que definitivamente no debo preocuparme: la forma física de nuestros pilotos y nuestro espíritu de equipo».

Texto Oliver Hilger
Fotografía Michael Kunkel

En forma para ganar

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Frank Mayer fue quien desarrolló el concepto del Fitness Camp

Sugerencias del médico del equipo de Porsche para la conducción deportiva

Al conducir lo principal es sentarse correctamente. Uno se debe sentar estable y derecho, y debe poder absorber bien las fuerzas que se generan durante la marcha. Para ello, el apoyo lateral de un asiento deportivo resulta de gran ayuda.

Para adquirir buena estabilidad en el torso, se deben entrenar regularmente los músculos abdominales rectos y oblicuos, así como los glúteos y la musculatura dorsal. Para la conducción altamente deportiva, que conlleva grandes esfuerzos de la columna cervical, también es recomendable entrenar la cintura escapular y la musculatura de la nuca, por ejemplo con un thera band. Si se es proclive a las molestias de espalda, de vez en cuando se debe cambiar ligeramente la posición del asiento. Para ello, un asiento deportivo adaptable o un asiento deportivo Plus (como los que hay para casi todos los modelos de Porsche) ofrecen diversas posibilidades de ajuste.

Sobre todo en los periodos de conducción largos resulta útil una buena resistencia básica. Yo ya consideraría excelente un entrenamiento de resistencia de 30 minutos tres veces a la semana. Ello ayuda a concentrarse durante la conducción y a recuperarse con rapidez de los esfuerzos realizados. Durante la conducción deportiva, también es importante beber en cantidad suficiente. De ese modo, uno rinde más y no se cansa tan fácilmente.

Para el cansancio al volante solo hay un remedio: hacer una pausa de entre 10 y 15 minutos durante la cual conviene moverse, beber y comer algo. Lo ideal es un poco de fruc­tosa en forma de fruta.